Fue un reconocido defensor garífuna y miembro de la Organización Fraternal Negra de Honduras (OFRANEH). Integraba el Comité de Defensa de la Tierra de la comunidad de Triunfo de la Cruz, en Tela, donde participaba en la protección del territorio ancestral recuperado “Secundino Torres”. Su labor se desarrollaba en un contexto de amenazas, ocupaciones ilegales y violencia contra las comunidades garífunas, que defienden su derecho colectivo sobre las tierras, pese al fallo favorable emitido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en 2015. El 28 de enero de 2023, Montero fue asesinado a balazos cerca del río Gama, en Triunfo de la Cruz. Su muerte se enmarca en el conflicto territorial que enfrenta la comunidad y en la creciente violencia contra defensores garífunas. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) exigió una investigación exhaustiva, pero hasta finales de 2025 no se registran avances significativos. El caso refleja la impunidad persistente y el riesgo que enfrentan quienes defienden el territorio y los derechos del pueblo garífuna en Honduras.



