Fue un reconocido líder indígena y defensor de derechos humanos del pueblo Tolupán en Honduras. Fue miembro de la tribu La Candelaria, ubicada en el municipio de Morazán, departamento de Yoro.
Su papel en la comunidad fue destacado por su activismo en la lucha por la recuperación de tierras ancestrales que habían sido ocupadas ilegalmente, así como por la defensa del medio ambiente y los derechos de su pueblo frente a la explotación de recursos naturales.
Adán Mejía fue asesinado el 29 de diciembre de 2020, un evento que generó condena internacional y puso de relieve la peligrosa situación que enfrentan los defensores de derechos humanos en Honduras. Su asesinato se sumó a una serie de ataques y criminalización contra líderes y miembros del pueblo Tolupán, en un contexto de conflictos por la tierra y los recursos naturales en la zona. Varios sospechosos de su asesinato fueron posteriormente capturados.
En abril de 2021, se realizó la exhumación de su cadáver para recabar más pruebas que ayudaran a esclarecer el crimen. Las autoridades hondureñas, a través del Ministerio Público, iniciaron investigaciones. En febrero de 2021, se realizaron allanamientos y capturas de varios sospechosos de participar en su asesinato. El caso de Adán Mejía es un caso de asesinato en proceso de judicialización, con sospechosos capturados y bajo prisión preventiva mientras continúan las investigaciones.



