Fue un comunicador social hondureño, colaborador del medio Pencaligüe Televisión en el municipio de Atima, departamento de Santa Bárbara. Además de su labor periodística, había sido nombrado Juez de Justicia Municipal, lo que lo vinculaba también a funciones comunitarias. Reportes indican que denunciaba la deforestación y otros impactos medioambientales en su zona, lo que lo posicionaba como defensor del territorio frente al extractivismo.
Fue atacado el 28 de enero de 2024 en Atima cuando un grupo armado le obligó a bajar de su vehículo y le disparó. Fue trasladado con vida a un hospital, pero falleció por las heridas recibidas. En cuanto al estatus judicial, al momento de los últimos informes no se había informado públicamente de una investigación concluyente ni de responsables identificados, por lo que el caso sigue marcado por la preocupación de organizaciones nacionales e internacionales ante la posible impunidad.



